Aún me duele tu desprecio, pero lo comprendo.
Aún siento que me asfixio cuando pienso en el pasado.
Aún siento que algo me presiona muy fuerte en el pecho, sintiendo que el corazón se me va a salir por la boca y un nudo en la garganta sabiendo que nada volverá a ser igual.
Aún recuerdo el último momento que intenté hablarte, dejaste que el silencio fuera tu voz, que tu mirada me ignorara por completo y solo un gesto dijo que no.
Tengo un sueño recurrente, en el que me perdonas y ya no me odias; pero es solo eso, un sueño.
No te preocupes, trataré de olvidarte, pero quiero que sepas que hubiera hecho cualquier cosa por ti.
Había escuchado que existían locuras de amor y ahora lo puedo comprender.
Aunque nunca leas esto quiero decirte que te amo.
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